La diabetes puede afectar la fertilidad del hombre y la mujer de manera directa e indirecta, pudiendo presentar la persona problemas para procrear.

En el caso del hombre, ciertos pacientes llegan a padecer disfunción eréctil. También se pueden presentar trastornos en la eyaculación como eyaculación retrograda y aneyaculación. La calidad de espermatozoides también se ve afectada ya que se presenta disminución de la concentración y movilidad de los mismos, con mayores alteraciones en su forma y mayores daños de su ADN.

En la mujer también ocasiona trastornos sobre la fertilidad ya que la insulina tiene efectos sobre la secreción de las gonadotropinas y foliculogénesis, presentando un acortamiento del periodo reproductivo, con menarquia más tardía y menopausia a edades más tempranas.

Considerando que en pacientes diabéticos el periodo de fertilidad con mejor calidad de óvulos y espermatozoides estaría limitado, se recomienda la preservación de su fertilidad.  Esto permitiría un control preconcepcional para que el embarazo se dé en el momento más adecuado con resultados favorables.