Existen varios tipos de tratamientos de reproducción asistida, y gracias a los avances científicos, las probabilidades de concebir con la ayuda de estos tratamientos han aumentado en los últimos años.
Después de la etapa de diagnóstico, donde se procede a evaluar a la pareja para determinar las causas de la infertilidad o esterilidad, el médico recomendará la técnica de reproducción asistida que más les convenga.
En ciertos casos, el médico puede sugerir que se empiecen con las técnicas más sencillas, y en caso de que no funcionen se prosiguen con las más complejas, hasta lograr el deseado embarazo. Entre las técnicas de Reproducción Asistida más comunes tenemos:
Las relaciones sexuales programadas suelen ser la primera opción cuando no existen alteraciones de la ovulación o de los espermatozoides. Las relaciones sexuales programadas deben incluir estimulación ovárica, además de la evaluación de la fecha de ovulación para así poder indicar a los pacientes el mejor momento para mantener relaciones sexuales.
Es una técnica que está indicada cuando existe una disfunción ovulatoria, siempre y cuando la permeabilidad tubárica esté en buenas condiciones y el semen de la pareja esté dentro de los parámetros normales.
La Inseminación Intra Uterina consiste en depositar el semen del hombre previamente capacitado en el útero de la mujer para que los esperematozoides migren a las trompas de Falopio.
Normalmente se emplea cuando hay problemas con el factor cervical de la mujer, factor masculino moderado, entre otros.
La Fertilización In Vitro consiste en fecundar los ovocitos de la mujer con los espermatozoides del hombre (previamente capacitados) en el laboratorio.
Para esta técnica se extraen los ovocitos de la paciente que ha recibido una estimulación ovárica controlada para ser inseminados con los espermatozoides de la pareja previamente capacitados.
La ICSI consiste en inyectar directamente al ovocito un espermatozoide mediante el uso de un microscopio de alta resolución equipado con micromanipuladores.
Esta técnica se utiliza cuando el número de espermatozoides es muy bajo en las muestras o cuando los espermatozoides no tienen capacidad de penetrar al ovocito.
La criopreservación de óvulos se la realiza comúnmente para preservar la fertilidad en pacientes que tiene alta probabilidad de perder sus reservas de ovocitos como en procesos de quimio o radioterapia, operaciones de extracción y perdida de ovarios, utilizándose también en la actualidad para mujeres que por una u otra razón tienen que postergarla.
La criopreservación de embriones consiste en vitrificar los embriones restantes (generalmente después de un intento de Fecundación In Vitro) de buena calidad, los cuales pueden ser utilizados luego en un nuevo intento en caso de no haber logrado embarazo. Estos embriones se los mantiene en nitrógeno líquido por tiempo indefinido haciendo posible la búsqueda de un nuevo embarazo con menos esfuerzos y costos.
Es una técnica que se lleva a cabo durante la Fecundación in Vitro o ICSI, y permite detectar alteraciones cromosómicas o genéticas de un embrión antes de su implantación en el útero de la paciente. El objetivo del procedimiento es asegurar una descendencia sana y acabar con la transmisión de una determinada patología.
Esta técnica suele evitar casos abortos espontáneos y mejora la eficiencia de los programas de Fecundación In Vitro.
La técnica consiste en recuperar los espermatozoides del paciente directamente del testículo o de la vía espermática. Una vez conseguido el esperma, se procede a efectuar la fecundación mediante las técnicas de Fecundación In Vitro (FIV) o Inyección Intracitoplasmatica de Espermatozoides (ICSI).
Generalmente la extracción de los espermatozoides se realiza el mismo día que la extracción de óvulos de la pareja.
La donación es un acto voluntario, solidario y altruista mediante el cual, un varón o mujer sanos realizará una cesión de sus gametos para que sean utilizados por un centro de Reproducción Asistida con la intención de lograr embarazos en mujeres que lo necesiten.
El programa de útero subrogante, comúnmente llamado vientre de alquiler, consiste en colocar los embriones de una pareja en el útero de otra mujer que no es la madre biológica. El cual se realiza previo acuerdo entre las partes.
Este procedimiento es recomendado en pacientes que si tienen ovarios pero no tienen útero o presentan malformaciones en el mismo que le imposibilita el adecuado desarrollo del embrión o feto.