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Maximiza tus posibilidades de embarazo

Antes de empezar debes recordar que un embarazo es el resultado de varios factores y que incluso cuando todo esté bien contigo y con tu pareja, la concepción puede tardar en llegar.

La especie humana posee un bajo poder reproductivo. Se estima que existe un 25% de posibilidad de embarazo por mes en una relación sexual mantenida en el momento de ovulación de la mujer. Después de los 35 años la probabilidad de embarazo baja al 10%, y después de los 40 años de edad, las probabilidades disminuyen a menos del 5% por mes.

A continuación te damos algunos consejos para aumentar tus probabilidades de embarazo:

Mejora tu estilo de vida

En ocasiones, pequeños cambios en su estilo de vida serán de gran ayuda para su fertilidad. Tome en cuenta lo siguiente:

  • Las mujeres obesas o con peso muy bajo tardan más en concebir. Las mujeres obesas tardan hasta 2 veces más en concebir, y las mujeres con peso bajo tardan hasta 4 veces más en concebir.
  • Mantenga una dieta sana que incluya frutas y verduras frescas.
  • Si usted tiene trastornos alimenticios como anorexia, bulimia o ingestas compulsivas, consulte con su médico inmediatamente.
  • Limite su consumo de cafeína. Las mujeres que consumen de 7 a más tasas de café al día son más propensas a presentar problemas de fertilidad.
  • Evite en lo posible en consumo de alcohol y cigarrillos.
  • ¡Relájese! El estrés o la tensión puede disminuir sus posibilidades de embarazo.
    • Haga ejercicios. No se deje llevar por el sedentarismo:
    • Camine o ande en bicicleta.
    • Estacione o bájese del bus un poco más lejos de su destino.
    • Vaya por la escalera en vez del ascensor.
    • Salga a bailar.
  • Duerma bien por las noches y trate te acostarse a la misma hora.

El mejor momento para concebir

  • Las probabilidades más altas de embarazo se dan en la “ventana fértil”, es decir los siguientes 6 días que le siguen al periodo de ovulación. El periodo de ovulación se da generalmente alrededor del día 14 del ciclo menstrual.
  • Las relaciones sexuales frecuentes (pasando de uno a dos días entre cada relación sexual) también ayudan a aumentar la probabilidad de embarazo.
  • Manténgase relajado durante las relaciones sexuales. No hay pruebas contundentes de que la relajación aumente las probabilidades de embarazo, pero por otro lado el estrés sí disminuye sus probabilidades, así que trate de mantener un ambiente agradable durante el sexo.
  • Se ha demostrado que algunos lubricantes a base acuosa y vaselina en gel pueden afectar la motilidad de los espermatozoides. Consulte a su médico qué lubricantes puede usar de manera segura cuando se busca el embarazo.
  • En términos generales, las posiciones sexuales no hacen grandes diferencias para lograr el embarazo, pero si usted está teniendo problemas, cada detalle cuenta. La finalidad es hacer que llegue el mayor número posible de espermatozoides a la entrada del útero. Evite las posiciones sexuales que vayan contra la gravedad, por ejemplo en la que esté sentada o de pie.

Si has tenido problemas de salud, consulta a tu médico

Revisar su propia historia clínica y la de su pareja, puede ser un buen inicio para determinar posibles problemas que puedan afectar su fertilidad.

En el caso de las mujeres, consulte a su médico si ha tenido problemas de:

  • Endometriosis.
  • Menstruaciones irregulares o ausentes, sin estar recibiendo anticonceptivos.
  • Dolor severo en parte baja del abdomen coincidiendo con el sangrado menstrual.
  • Dos embarazos perdidos o más.
  • Antecedentes de alguna enfermedad de transmisión sexual.
  • Antecedentes de infección pelviana o genital.
  • Antecedentes de cirugía abdominal o pelviana.
  • Enfermedad médica crónica. Ej.: Diabetes, hipertensión, etc.
  • Antecedentes de quimio o radioterapia.
  • Antecedentes de trastornos endocrinológicos.

En el caso de los hombres, consulte a su médico si ha tenido problemas de:

  • Antecedentes de paperas antes del inicio de la pubertad.
  • Antecedentes de quimio o radioterapia.
  • Antecedentes de testículos no descendidos en la infancia.
  • Antecedentes de cirugía abdominal o testicular.
  • Antecedentes de enfermedad de transmisión sexual o infección genital.
  • Enfermedad médica crónica. Ej.: Diabetes, hipertensión, etc.